
El proceso de extrusión de pasta abrasiva se utiliza para pulir y rebabar superficies complejas de orificios, ranuras y bordes internos, externos o inaccesibles. Proporciona resultados de alta calidad para cualquier componente mecanizado que requiera la eliminación de imperfecciones creadas por procesos mecánicos.
Cómo funciona el proceso de mecanizado por flujo abrasivo/bruñido por extrusión (AFM):
Se utiliza una pasta abrasiva, cuya base es un polímero elástico, para mejorar el acabado superficial y las condiciones de los bordes. Las partículas abrasivas de la pasta desbastan el material no deseado en lugar de cortarlo, actuando como si se tratara de una lima flexible. El flujo alterno de este abrasivo rozando las superficies de la pieza, las pule, redondea y elimina las rebabas de las intersecciones. La velocidad de eliminación de material depende de diversos factores, como el caudal de la pasta, viscosidad, tamaño de las partículas abrasivas, concentración del abrasivo, densidad de las partículas y dureza de la pieza. El proceso es altamente eficiente y preciso, puede utilizarse en aplicaciones unidireccionales o bidireccionales.
APLICACIONES:
Radiado: Generación de radios continuos de borde recto o redondeado.
Relajación de tensiones superficiales: Suaviza los puntos críticos del componente y elimina los puntos de acumulación de tensiones que pueden provocar la propagación de grietas.
Pulido: Mejora uniforme del acabado superficial, preservando la geometría del componente.
Optimización de la geometría: Mejora de los orificios de entrada y salida y ajuste fino de las superficies para mejorar las características de flujo del componente terminado.
Rebabado: Eliminación de material adherido a un componente como resultado de operaciones de taladrado o corte.

• Versatilidad. El AFM se puede aplicar a cualquier material metálico, incluyendo titanio, superaleaciones y materiales endurecidos o difíciles de mecanizar.
• Precisión. Se puede eliminar material del componente en puntos específicos y difíciles, como agujeros perforados transversalmente e intersectados.
• Eficiencia del proceso. Tanto el desbaste como el acabado de la pieza se pueden completar en una sola pasada.
• Personalización. Los abrasivos se pueden diseñar para adaptarse a los requisitos específicos de la aplicación.
• Calidad y repetibilidad. Proporciona un control del proceso que garantiza una calidad constante y una alta repetibilidad.
• Rendimiento mejorado del componente. AFM puede mejorar el comportamiento del flujo de aire, gas o líquido de un componente y reducir o eliminar la tendencia a la cavitación. La mejora del acabado superficial contribuye a una mayor eficiencia y al ahorro de costes.